Los “siete rebeldes” vuelven a la carga contra la FIA

Los “siete rebeldes” vuelven a la carga contra la FIA

En una nueva nota, los siete equipos que no tienen motor Ferrari, enviaron una nueva carta exigiendo por qué FIA no pudo demostrar la ilegalidad del motor de la Scudería italiana, además de dudar de la transparencia del ente mundial en la previa del inicio de la temporada.

 

 

Los siete equipos que han pedido explicaciones a la FIA no quedaron conformes con la respuesta que otorgó la Federación sobre la legalidad (o no) del motor Ferrari. En una nueva carta, hacen nuevas preguntas concretas al organismo y pusieron una fecha límite para que los interrogantes queden saldados.

La carta era confidencial, pero el medio BBC Sport reveló que su contenido tiene una lista de cuestiones sobre el acuerdo confidencial que la FIA firmó con la Scudería Ferrari. Fue firmada por los mismos siete equipos que el miércoles habían emitido una ‘fuerte objeción’ al acuerdo, amenazando de buscar compensaciones legales.

 

Mercedes, Red Bull, McLaren, Renault, Racing Point, Alpha Tauri y Williams fueron los equipos que firmaron la nueva carta, todos con motores Honda o Mercedes, en el cual están preocupados por una serie de temas, donde salen cuatro grandes interrogantes:

 

  • ¿Por qué la FIA percibió que no podía aclarar sus dudas sobre la legalidad del motor Ferrari ?.
  • ¿Por qué el acuerdo al que llegaron FIA y Ferrari fue confidencial y no fue comunicado de manera amplia?.
  • Si el orden de clasificación final de la temporada 2019 debe ser cuestionada.
  • Que la falta de demostración por parte de la FIA sobre las cuestiones de legalidad del motor Ferrari habla sobre la falta de herramientas del organismo sobre controlar su reglamento técnico.

 

 

La FIA había dicho que en base a cláusulas deportivas, habían llegado a un ‘acuerdo’ con Ferrari y que éste es confidencial, no satisfaciendo a los siete equipos, que quieren más respuestas a sus interrogantes.

Helmut Marko, asesor de Red Bull dijo al diario alemán Der Spiegel que la situación podría haber desembocado en un injusto segundo lugar de Ferrari en el campeonato de constructores, por delante del equipo al que él pertenece:

 

“El comportamiento de la FIA es un verdadero escándalo. Deberíamos haber instruido al jefe del equipo de Red Bull Racing, Christian Horner, para demandar por $24 millones de dólares en premios que nos hubieran otorgado por el segundo lugar en la clasificación de constructores si Ferrari hubiera sido castigado adecuadamente”.

 

Ferrari insistió en todo momento su inocencia respecto a su motor, y que en todo 2019 ha estado dentro de la legalidad. Y justamente este problema llega en un momento delicado entre la FIA y la F1, donde los equipos deben firmar un nuevo ‘pacto de la concordia’ para mantener la categoría por los próximos cinco años, comenzando en 2021. Ningún equipo se ha comprometido con la F1 más allá del fin de 2020 y hay preocupación por la falta de transparencia que muestra la organización madre del automovilismo mundial.

Algunos incluso, compararon esto con la controversia de Benetton en 1994, cuando se descubrió que el auto de Michael Schumacher contenía un software que contenía ayuda ilegal al piloto, pero el equipo en ese momento no fue castigado con el argumento, que no había evidencia que el mismo haya sido utilizado.

El motor Ferrari siempre estuvo bajo la lupa en 2019, incluso la FIA debió aclarar en el Gran Premio de Estados Unidos que de exceder el flujo de combustible al motor, es ilegal. Ese mismo día, la racha de seis poles consecutivas de Ferrari llegó a su fín y la Scudería no se anotó con ninguna más en Brasil y Abu Dhabi.

Sin embargo, Mattia Binotto, director del equipo Ferrari dio por tierra las sospechas, alegando que esta pérdida de rendimiento en recta luego de Austin, no había sido por la advertencia de FIA, sino por un trajín aerodinámico puesto para suplir la falta de rendimiento en curva.

Las sospechas están, y la pelea entre los equipos “ferraristas” contra los “no ferraristas” continúa, y en el medio, un nuevo pacto de la Concordia debe ser firmado. La FIA entró en un laberinto que no se sabe dónde puede terminar.