El experimentado piloto analizó el problemático devenir del campeonato recientemente concluido.
El equipo Haas de F1 ha sufrido un capítulo decepcionante más durante 2023. Si bien desde el inicio de la temporada los pilotos de la escudería de Carolina del Norte lucharon por mantener un ritmo competitivo, demostrando agresividad y apego al trabajo y al cumplimiento de las estrategias previamente establecidas, pronto se vieron abrumados por la dura realidad de ser una escuadra con múltiples limitaciones, escaso personal y un diseño de su coche que no ha permitido mayores desarrollos que promuevan sumarse, al menos, al medio pelotón de competidores durante el campeonato que acaba de finalizar.
En efecto, según el análisis de avezados especialistas, la naturaleza del modelo 2023 del ‘team’ que es propiedad de Gene Haas es la que ha atentado contra el rendimiento y la vida de cada set de neumáticos que han montado para competir, pues, el VF-23 se ha caracterizado por ser un coche muy rápido en circuitos de baja carga aerodinámica pero han sufrido en otros que poseían curvas de media y baja velocidad en virtud de un concepto de diseño muy descargado, hecho que, con el correr de un Gran Premio, hacía perder rápidamente prestaciones a causa de una gran demanda de caucho. Ante esta realidad, y con el campeonato 2023 concluido, Kevin Magnussen, veterano corredor del equipo comandado deportivamente por el italiano Guenther Steiner quien solo ha logrado sumar 3 unidades ubicándose en el 19no puesto final en el Mundial de Pilotos, analizó la performance de Haas sin esquivar responsabilidades:
“Es un deporte de equipo,estamos todos involucrados, todos somos responsables y no quiero quedarme aquí como una vaca sagrada. Soy parte de este problema, supongo, al igual que todos los miembros del equipo de Haas. Es por eso que debemos mantenernos unidos y regresar como lo hemos hecho en el pasado. Este equipo ha demostrado un gran potencial durante mucho tiempo y ya es hora de que alcancemos nuestras marcas de manera consistente, porque creo que el talento y el potencial en este equipo es muy grande. Por eso quiero estar allí con ellos, para impulsarlo y mostrar lo que podemos hacer. Supongo que, como siempre, hay muchas cosas que aprendes cuando es tan difícil, que no habrías aprendido si todo fuera sobre ruedas. Es una formación de carácter y un fortalecimiento. Tú te vuelves resiliente, nosotros desarrollamos resiliencia ante tiempos difíciles. Y no es algo que disfrute, no he disfrutado demasiado este año, pero siempre hay un día más para luchar. Y el año que viene es otra gran oportunidad para nosotros”.
En este sentido, el piloto que a principios de 2022 reemplazó de apuro al ruso Nikita Mazepin tras la proscripción de la mayoría de los atletas de esa nacionalidad a causa de la invasión ordenada por Vladimir Putin a su vecina Ucrania, comparó la situación vivida en 2019 con lo sucedido durante 2023 encontrando, en algunos aspectos, ciertas similitudes aunque con notorias diferencias debido al concepto de diseño de los coches actuales:
“Estuve aquí en 2019 con el equipo, cuando estábamos en una situación muy parecida, probablemente hice sonar la alarma un poco antes. Antes que muchos otros, porque conduje ese coche del 19. Pero aún así, aunque los síntomas son los mismos, no es un hecho que la causa sea la misma porque es un tipo de monoplaza muy diferente, este coche de efecto suelo que produce su carga aerodinámica de una manera muy diferente a la que teníamos en 2019. Así que realmente no podemos comparar. Creo que hemos aprendido que fue bueno obtener información sobre la pista de este tipo de coche. Aunque no fue mejor, creo que fue bueno que pudiéramos correr los dos coches uno al lado del otro durante un par de carreras. Me hubiera gustado quizá solo una carrera para eso y luego volver a la anterior. Pero eso logísticamente no fue posible, entonces supongo que tomé uno para el equipo. Pero estoy feliz de hacerlo y espero con ansias el próximo año”, concluyó.