El danés reveló que su impulsor presentó fallas durante toda la carrera. “No sé qué fue, sucedía cada vez que pisaba el acelerador a bajas revoluciones”, detalló.
El piloto de Haas, Kevin Magnussen, comentó que estuvo preocupado por su Unidad de Potencia en la mayor parte de la carrera en Austria. El danés sumó otra alarma a Ferrari después del abandono de Carlos Sainz -por fiabilidad del motor- y los problemas con el acelerador que tuvo Charles Leclerc.
“Para nuestro equipo fue un gran fin de semana, fue realmente fantástico. Tuvimos un poco de suerte, después que las últimas cuatro o cinco carreras no fueran buenas”, comienza el danés en declaraciones a la revista italiana Autosprint. Luego vendría la impactante revelación: “Tuve un pequeño problema con el motor durante toda la carrera, le pedí a Dios que no explotara, lo cual no sucedió y estoy muy agradecido por eso, así que pude terminar la carrera sin problemas”.
Haas tuvo su mejor actuación de la temporada: Mick Schumacher finalizó sexto y Magnussen octavo. Entre los dos sumaron once unidades en todo el fin de semana: seis del alemán y cinco del danés -logró un punto en la Sprint-.
Sin embargo, la amplia cosecha pudo quedar trunca con los problemas en el impulsor de Kevin: “Sucedió alrededor de la vuelta 15, no sé qué fue, sucedía cada vez que pisaba el acelerador a bajas revoluciones, así que tenía que usar una marcha menos en cada curva”.
A pesar de la victoria del monegasco, Ferrari tuvo problemas mecánicos más allá de la superioridad que exhibió el F1-75. Leclerc sufrió las últimas diez vueltas con una falla en el pedal del acelerador y el motor de Sainz explotó, a falta de 14 giros, cuando estaba persiguiendo a Max Verstappen. A los imprevistos propios se suma las fallas en la Unidad de Potencia del Haas de Magnussen.