Max Verstappen, largará desde la tercera fila de la parrilla del Gran Premio de Italia. A pesar de que finalizó cerca de la punta , el holandés resaltó que la prohibición del “party mode”, no afectó el desempeño.
En las últimas carreras, el holandés de Red Bull, ha demostrado ser uno de los pilotos más competitivo ante el avance de Mercedes y ha entregado buenos resultados en clasificación. En esta ocasión las cosas no fueron de buena manera, a pesar de que es una pista que la conoce, consideró que es muy difícil lograr un ritmo de carrera y velocidad, pero no significa que hayan retrocedido.
“Creo que es una pista un poco extraña para ver realmente el beneficio completo o las diferencias, porque en Monza todo el mundo está en el mismo sentido, aunque algunos tienen mejores estrategias que otros. Tenemos que esperar un poco hasta que vayamos a una pista normal de nuevo. Nadie quiere un rebufo y conducir en el aire limpio. Es demasiado pronto para decir algo al respecto”.
Verstappen dijo que “intentó todo” con la puesta a punto de su monoplaza para tratar de encontrar más ritmo, pero descubrió que estaba estableciendo tiempos similares sin importar los ajustes que se hicieran. Asimismo, señaló que la prohibición del modo fiesta no afectó el desempeño del monoplaza.
“El modo fiesta no nos afectó. Lo intenté todo, muy baja, media-baja, y un poco más (de carga aerodinámica). Sabemos que, en cuanto a velocidad máxima, estamos por debajo de la potencia de Mercedes especialmente, y eso es un hecho, pero ese no es el déficit que tenemos con ellos en este momento”.