Un McLaren agridulce con la obligación de remontar y mantener.

Un McLaren agridulce con la obligación de remontar y mantener.

El Gran Premio de Austria será una cita donde McLaren podrá relucir, pero los británicos no tendrán el trabajo muy fácil ya que mientras Norris sale 4° Sainz saldrá desde el fondo de la parrilla este domingo.

 

 

El equipo inglés llega a territorio austríaco con buenos objetivos tras el gran momento que llevan hasta ahora en la temporada, donde el buen rendimiento de los pilotos y del auto los ha colocado en la 4° posición del campeonato de constructores, algo que no se veía a este punto de la temporada desde 2014.

 

Pero no todo es color de rosa para el equipo ya que Sainz penaliza por cambiar los componentes del motor y al ser el último equipo en confirmar este cambio, largará desde el fondo de la parrilla.

 

 

Foto Formula 1

 

 

Por su parte, Lando Norris todo lo contrario, sigue en buena racha entrando en Q3 y nuevamente siendo el mejor del resto quedando 5° pero tras una sanción a Lewis Hamilton el británico saldrá 4° en la segunda linea de salida, esto no le sucedía a McLaren desde 2016 y justamente en Austria donde Jenson Button tras sanciones de pilotos delante de él saliendo 3° el día de la carrera.

 

Evidentemente el piloto británico no está al alcance del podio, al menos  que suceda una carrera alocada el día de mañana, Carlos tiene un auto muy superior a los pilotos que le acompañan en el fondo de la parrilla por lo que no suena muy extraño  que llegue a  los puntos  y quizá, con una buena estrategia, logre sorprender.

 

El español claramente sabe que su auto le va a beneficiar mucho el día de mañana comentando después de la clasificación lo siguiente:

 

 

“Tenemos 2 décimas por vuelta que nos ayudarán a adelantar, pero no sé si tanto como para llegar a los puntos”.

 

 

Ahora la expectativa está con Norris, donde mucha buena suerte le ha hecho subir un valioso puesto, McLaren está en una encrucijada muy fuerte ya que tendrán que atender dos estrategias sumamente distintas, pero ambas con el mismo objetivo: Ser  sin lugar a dudas, el mejor del resto.