El piloto alemán sufrió su segundo accidente fuerte del 2022. Perdió el control de su VF-22 en la piscina e impactó fuertemente contra las barreras. El Haas quedó destrozado pero él se bajó del coche sin problemas.
El GP de Mónaco fue una carrera para el olvido en Haas. Kevin Magnussen abandonó en la vuelta 21 por un problema mecánico y, poco después, Mick Schumacher también tuvo que retirarse pero por un motivo mucho más severo. El alemán cometió un error en la vuelta 27 y no pudo evitar la colisión contra las protecciones. El destrozo en su VF-22 fue tal que tuvo que caer la bandera roja en la pista.
La carrera había comenzado, como para todos, de forma lenta; una demora de una hora por la lluvia hizo que los pilotos tuvieran que esperar en los boxes. Luego de ese tiempo, el coche de seguridad conducido por el (cumpleañero) Bernd Maylander salió a pista, y los competidores comenzaron a probar el nivel de visibilidad y agarre en el callejero de Mónaco. Schumacher estaba 15°, y muy poco después de iniciarse la carrera, entró a boxes.
Calzó los neumáticos intermedios, siendo el primero en hacerlo, cayendo al puesto 18°. Los pilotos que le copiaron ganaron varias posiciones en pista, como Pierre Gasly (AlphaTauri). Subió al 17° cuando el compañero de Pierre, Yuki Tsunoda, hizo su detención, y ascendió un puesto más en la vuelta 11, tras una pasada de frenada de Alex Albon (Williams) en Sainte Dévote. En el giro 18, Mick dañó ligeramente su alerón delantero (aunque la realización de la TV no lo mostró; miles de cosas sucedían en las caóticas primeras vueltas del GP). Tuvo que entrar a los boxes para reparar sus daños, y calzó los compuestos duros, de piso seco, siendo el primero en hacerlo.
Quedó último, aunque (de nuevo) ascendió al puesto 17° tras la detención de Nicholas Latifi (Williams) y Albon, y el abandono de su compañero Magnussen. Perseguía muy de cerca a Zhou Guanyu (Alfa Romeo) cuando los líderes, Sergio Pérez (Red Bull) y Carlos Sainz (Ferrari), se acercaron a su posición. El español casi pierde el coche en la recta, pero el alemán tuvo que hacerse paso para dejar pasar al mexicano.
Había retornado a la caza del chino Guanyu, pero en la vuelta 27 perdió su VF-22 en la peligrosa chicana de la piscina, donde en las prácticas libres Sebastian Vettel (Aston Martin) y Daniel Ricciardo (McLaren) también habían tenido incidentes. Mick no pudo salvar su coche y terminó impactando de costado contra las barreras Tecpro situadas en el viraje a la izquierda de la curva 15. Su Haas se rajó a la mitad, quedando su zona trasera desprendida del coche. Schumacher se bajó sin problemas del coche, aliviando la preocupación de su equipo.
“Me siento bien, es muy molesto. En términos de ritmo, definitivamente estábamos bien y sólo era cuestión de mantener el coche en pista. Lamentablemente no pude hacerlo. El ritmo parecía fuerte y sentía que estábamos en condiciones de empujar y atacar. Desafortunadamente me fui un poco ancho, quizás por 10 centímetros en la cola, y eso es suficiente para perder todo el agarre que pensamos que teníamos y el resultado es lo que pasó”, explicó Schumacher.