Mónaco y un viaje a la nostalgia

Mónaco y un viaje a la nostalgia

El Automóvil Club de Mónaco realizó una nueva edición del Grand Prix Historique. Jean Alesi se transformó en el alma de la fiesta automovilística.

 

 

 

Montecarlo es sinónimo de estilo y glamour. Dos cualidades que no están ausentes cuando sus calles se transforman, durante dos meses, en uno de los templos sagrados del automovilismo mundial. Como ya es tradición para inaugurar la temporada, el Automóvil Club de Mónaco (ACM) abrió la actividad con su legendario Grand Prix Historique.

 

Tras la cancelación del año pasado por la pandemia, regresó la tradicional cita con la historia. Más de un centenar de máquinas, fabricadas entre 1929 y 1980, comenzaron a girar en el callejero con una misión: trasladar a los aficionados al mundo de la nostalgia.

 

 

Un McLaren M7A, un antiguo guerrero. (AMC Media)

 

 

De golpe nos retrotraemos a los tiempos de la pre guerra al ver girar un Talbot-Lago T150c o los Bugatti 35B. Luego pasamos a los coches de gran turismo de los años ‘40 y ‘50 como los Jaguar Tipo C y D. Pero el plato fuerte, sin lugar a dudas, son los Fórmula Uno. Durante tres horas los espectadores reviven los primeros 30 años de la Máxima Categoría, momento que la nostalgia se transforma en un viaje en el tiempo.

 

Un Maserati 250F (modelo 1954), un Brabham BT2, un Matra MS120, un Lotus 16, un McLaren M26 o un Williams FW07B; son algunos de los viejos guerreros que vuelven a rugir. Un bello y conmovedor espectáculo donde el aficionado deja escapar una lágrima.

 

En total son siete categorías distribuidas por épocas. Se cumple el protocolo de un Gran Premio de Fórmula Uno: ensayo el viernes, clasificación el sábado y carrera el domingo.

 

¿Archivo de los ’70? No, estamos en el 2021. (AMC Media)

 

Más allá que son autos considerados de colección, sus conductores se dan el gusto de exprimirle velocidad a los viejos bólidos. Eso sí, son conscientes que los muros de Mónaco no perdonan. Sino pregúntenle al legendario René Arnoux quién, durante la clasificación, olvidó lo traicionero que es la salida de Tabac y su Ferrari 312 B3 se fue de cola contra el guardrail destruyendo la suspensión trasera derecha.

 

No fue el único francés que tuvo protagonismo durante el nostálgico fin de semana. Su compañero de equipo, también de origen galo, se transformó en el alma de la fiesta. Fue el gran invitado del AMC para animar el Historique y no defraudó: Jean Alesi.

 

Sería irrespetuoso presentar la foja de servicio de uno de los iconos de los ’90. Le tocó, junto a Arnoux, conducir una de las dos Ferrari 312 B3 de la temporada 1974. Y se llevó todas las ovaciones.

 

Werner en la pole y Alesi segundo. El francés le ganaría la punta. (AMC Media)

 

Su participación en la Clase F, para coches de F1 fabricados entre 1973 y 1976, fue adrenalina pura. Un masterclass de conducción de la vieja escuela, la que no requiere tecnología e información desde el muro para correr un Gran Premio: solo talento, muñeca y nervios de acero.

 

Alesi partió desde la segunda posición. Pese a largar por la cuerda sucia, tuvo los reflejos suficientes para mover rápido y ganarle la punta a Marco Werner (tres veces ganador de Le Mans). Los aficionados de todo el mundo disfrutarían, durante 14 vueltas, de una batalla épica que merecía otro desenlace.

 

La Ferrari 312 B3 contenía a un Lotus 77 que a simple vista era superior a la máquina roja. Era una pelea que hacía revivir los viejos buenos tiempos de la F1: Maranello vs Chapman.

 

Werner no encontraba la manera de rebasar a Alesi. El francés aprovechó las dificultades de Mónaco y cubrió muy bien sus flancos impidiendo que el alemán lo superara. Puso sobre el asador toda su experiencia en el callejero donde lo vio subir al podio en tres ocasiones.

 

La carrera dejó de ser una exhibición para transformarse en una competencia por los puntos. En dos ocasiones, desesperado por no poder superarlo, Werner se pasó en el frenado y casi se lleva por delante a Alesi. Era un duelo a todo o nada.

 

Cuando se estaba por cumplir la vuelta 14, la polémica dijo presente. En la entrada a la recta, el Lotus empujó de atrás a la Ferrari. Alesi no pude controlar el coche y golpeó el muro dejándolo fuera de competencia. Werner heredó injustamente la punta hasta que la carrera finalizó por bandera roja por el accidente de Piero Lottini con un Surtess TS19.

 

Alesi vs Werner. Ferrari vs Lotus, como antes.  (AMC Media)

 

 

Pero la justicia existe. Mientras el público ovacionaba a Alesi, los comisarios deportivos recargaban con 25 segundos a Werner desplazándolo al tercer lugar. El alemán, enojado por la decisión, se negó a subir al tercer escalón del podio y rechazó el trofeo.

 

Más allá del polémico final que manchó un excelente espectáculo, quedó la sensación que el duelo merece una secuela. Por la tarde, el AMC confirmaba que Alesi estaría en la edición 2022 y tiraba el guante a Werner para que acepte un nuevo desafío. Si se le pasa el enojo habrá revancha.

 

Quienes estuvieron en las tribunas y los que seguimos el evento por TV o el canal de YouTube del AMC, fuimos recompensados con automovilismo del bueno. El de antes. El que deseamos que regrese algún día a la F1.

 

Mónaco nos regaló un hermoso viaje a la nostalgia. Esa es la magia del Historique.