El británico fue el más veloz en una sesión que finalizó cuatro minutos antes por un despiste de Stroll. Leclerc finalizó segundo y tercero Pérez. Verstappen tuvo una práctica complicada.
Lando Norris, de manera sorpresiva, quedó en la cima del clasificador en la última práctica libre en Melbourne. Aprovechó bien el simulacro con tanque vacío para marcar 1:19.117s. Detrás de él se posicionó Charles Leclerc a 0.132s y en tercer lugar Sergio Pérez a 0.148s.
¿Se recuperó McLaren? El resultado final en el marcador es engañoso. El MCL36 tuvo una leve mejoría en PL3 pero no es indicativo que se encuentre competitivo al nivel de Ferrari y Red Bull -hasta el momento los equipos dominantes-. El buen desempeño de Norris, también, se debió a múltiples incidencias que complicaron la tarea de todos los equipos.
La eliminación del primer sector del DRS, comprendido entre las curvas 8 y 10 -una de las zonas del circuito que fue remodelado-, sorprendió a todos. Razones de seguridad motivaron la decisión de la FIA. El anuncio de la Dirección de Carrera, veinte minutos antes del inicio de la actividad, obligó una rápida adaptación de los pilotos en un sector al que se habían acostumbrado a desplegar mayor velocidad.
Otro de los factores del cóctel de nombres fueron los despistes a causa del subviraje en las curvas 3 y 12. Los Mercedes fueron los que más padecieron. El mejor ejemplo ocurrió con Lewis Hamilton que se pasó en la frenada, transitó la grava y llegó a rozar las defensas de protección.
Generalmente la tercera sesión de libres es para trabajar los últimos detalles en la puesta a punto del vehículo. Un problema en ese proceso es una señal de alarma a falta de dos horas para la clasificación. Fue el caso de Max Verstappen. Su Red Bull estuvo nervioso en toda la práctica y no encontró la manera de corregir el subviraje (hasta hizo un trompo). El séptimo lugar es prueba de ello.
Los aspectos positivos del ejambre en el Albert Park está en la buena performance de Ferando Alonso (cuarto), la evolución del rendimiento de Daniel Ricciardo (sexto), la regularidad de Valtteri Bottas (noveno) y la recuperación de Yuki Tsunoda (décimo).
¿Y Ferrari? Con respecto al Cavallino no tuvo tiempo de dar el golpe final -como es su costumbre- para mantener el justo orden que viene construyendo desde Bahrein. Tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz padecieron los mismos problemas que el resto de las escuderías; pero, aún con dificultades, el F1-75 siempre está un paso adelante. El abrupto final, a cuatro minutos de la bandera a cuadros, impidió a Maranello imponer su autoridad.
Si hoy Lando Norris puede presumir, al menos hasta la Qualy, que finalizó delante de una Ferrari es gracias a la bandera roja por el despiste de Lance Stroll en la curva 12. Los Aston Martín fueron los protagonistas involuntarios del mediodía de Melbourne. Primero el fuerte despiste de Sebastian Vettel y luego la salida del canadiense. En ambos casos obligó la neutralización de la carrera. Para Woking fue un negocio redondo -aunque temporal-. Para la escuadra de Silverstone otro dolor de cabeza en la excursión por Australia.