SI LLUEVE O ES DE NOCHE MEJOR.
Este 11 de Julio se cumplieron 50 años de su desaparición física.
Para quien escribe fue uno de los 10 mejores pilotos de sport de la historia.
Como muchos, comenzó en moto y a los 13 años ya era campeón mexicano.
Podría decirse que fue unos de los primeros pilotos de pago, ya que su padre tenía una buena fortuna la que le permitió a él y a su hermano Ricardo comenzar a correr. Su padre “ayudó” a sus hijos comprando o alquilando autos como OSCA, Porsche o Ferrari y en 1957 debutó internacionalmente en un Ferrari 500TR en Nassau, Bahamas.
Al año siguiente quisieron correr ambos hermanos en las 24 Horas de Le Mans con una Ferrari 500 TR-58. Claro que Ricardo por ser menor de edad no fue aceptado y entonces Pedro corrió con José Behra, hermano Jean Behra.
En 1968 finalmente Pedro gana las 24 horas con un Ford GT40 Mk. I del equipo Gulf, acompañado por el belga Lucien Bianchi.
Digamos que a partir de ese momento dejó de ser un piloto bancado para pasar a ser un piloto profesional. Casi como el Zorro diría, ya que aparte de ser un De la Vega, por las mentas de la época, los que lo conocieron, decían que veía como nadie en la noche, por lo que siempre sacaba ventajas sobre sus rivales y si llovía mejor, prueba de que tenía un plus en sus cualidades.
El 1 de noviembre de 1962 su hermano menor Ricardo murió en un accidente en las prácticas del Gran Premio de México y Pedro consideró su retiro de las carreras. Sin embargo, en 1963 y 1964 ganó en el Daytona y corrió sus primeros Grandes Premios en Estados Unidos y México, con Lotus.
Siguió compitiendo esporádicamente en Fórmula 1. En 1967, en apenas su novena carrera, ganó la apertura de la temporada sobre un Cooper-Maserati en el Gran Premio de Sudáfrica, en el circuito de Kyalami. Para dicha temporada de 1967, Rodríguez fue contratado por Roy Salvadori como el número 2 del futuro campeón del mundo de 1970, Jochen Rindt, pero en ese año Pedro siempre estuvo por delante del austriaco que conducía los autos más modernos del equipo el T81B y el T86, mientras que el mexicano era relegado al viejo pero confiable T81.
Fue siempre un piloto fino y confiable, sobrado dentro del auto por sus dotes conductivas.
Prueba de ello es esta icónica foto de Mónaco, en la cual a Pedro de la el tiempo de mirar al fotógrafo Cahier en plena curva del principado.
Siguió corriendo en F1 con BRM en 1968, el equipo privado de Reg Parnell-BRM con el BRM P133. Se une a Ferrari en 1969, y regresó a BRM para la temporada 1970 con el P-153. En el GP de Bélgica en Spa de 1970 Pedro ganaría su segunda carrera de F1 a un promedio de velocidad de 252.951 km/h unos de los promedios más altos en historia de la F1 hasta ese momento. También ganaría dos veces más en las 24 Horas de Daytona de 1970 y 1971.
Murió el 11 de julio de 1971 en las 200 millas de Norisring, una carrera poco importante de Interserie en Núremberg, Alemania.
Gracias por leerme.