El local fue el más rápido en la PL3 por delante de Russell y Verstappen. Bearman, que volvía después del accidente del viernes, tuvo que abandonar por otro despiste.
El australiano Oscar Piastri (McLaren) dominó el último entrenamiento previo a la clasificación en el circuito semi urbano de Melbourne. Detrás del piloto local quedó George Russell con el Mercedes a +0.039s, y en tercera posición el campeón Max Verstappen (Red Bull) a +0.081s.
La última práctica libre en el Albert Park se vio interrumpida con una bandera roja en el inicio. Oliver Bearman, que destrozó su Haas en la PL1 y no pudo girar en PL2, perdió el control del coche al pisar el césped antes del ingreso a la curva 11. El británico quedó encajado en la grava y nuevamente abandonó.

Luego que los comisarios retiraran el Haas de la cama de leca, se reinició la sesión. Como es habitual en esta instancia, el programa de los equipos apunta a la preparación de la Qualy. La alta probabilidad de lluvias para el domingo harán de la clasificación una lucha encarnizada por los primeros puestos.
Verstappen, con una oportunidad de repetir la masterclass de Interlagos, salió decidido a bajar los cronos en la simulación con neumáticos blandos. El Red Bull colocó la vara que obligaba a sus rivales a superarlo.
Solo Piastri y Russell pudieron doblegar al RB21 del holandés. Pero eso no impidió la aparición de dos candidatos inesperados para llegar a Q3: los Williams.

Carlos Sainz y Alex Albon coquetearon -por momentos- con el Top 3. El FW47, considerado un coche para vuelta rápida, podría ser la sorpresa de la clasificación -y quedar en buena posición en una carrera bajo lluvia-.
McLaren, Mercedes, Red Bull y Ferrari son los equipos que se vislumbran para la lucha por la pole. Resta saber la distribución de los liderazgos internos en Melbourne: Piastri quiere vencer en casa y no estaría dispuesto a sacrificar su sueño por las ambiciones de Norris; Russell tiene asegurado su ascendencia sobre el joven Antonelli; Verstappen es el dueño del box de Milton Keynes ante un Lawson que no puede con el coche; y Leclerc retiene la lanza mientras Hamilton termina de adaptarse al mundo de Maranello.
