La historia de la máxima categoría del mundo, tiene y tuvo protagonistas que siendo de los mejores talentos al volante, no siempre cosecharon los pergaminos que su entrega y sacrificio merecían.
Uno con el paso de los años, recordará con sabor amargo que Peter Collins, aquel verdadero Gentil hombre de la década del 50, merecía su titulo mundial, luego del gesto magnánimo al “Regalarle a Fangio” su titulo en el año 1956.
La lista es larga y nombrar uno por uno nos llevaría demasiado pero : Moss, Bandini, Siffert, Cevert, Gilles Villeneuve, Peterson, Coulthard, Montoya, Massa, Webber, son casos de pilotos que merecían su titulo, pero no lo conquistaron.
Reutemann, entra en esta lista con creces, virtuoso, trabajador, tuvo su momento culmine en la temporada 1981, cuando luego de gastar utopías con Brabham, Ferrari, y el sueño trunco de Lotus, recaló en 1980 en un equipo que le ponía un auto a su disposición que rendía muy buenos dividendos, gracias al apoyo de la petrolera Saudia, el equipo se encontraba en franco crecimiento, con el tosco Alan Jones como primer piloto.
El contrato que firmó Reutemann era claro: Tengo un contrato que pienso cumplir, seré el segundo piloto de Jones y si no le llevo más de 7 segundos tengo que dejarlo pasar si me lo ordenan, vamos a ver en una de esas…
Más claras eran las condiciones dadas por Williams: En el supuesto caso que un mecánico de Alan se enferme, le sacaremos uno a Carlos y se lo daremos a Jones, el equipo de Jones siempre estará completo, el muleto en cualquier competencia, será prioridad de Alan.
El torneo en una dura disputa de poderes comenzó en Sudáfrica, donde la lucha interna entre la FISA y la FOCA, o Balestre- Ecclestone, termino por opacar una competencia deportiva que tuvo como vencedor a nuestro protagonista, como la lucha por intereses continuaba y ni Balestre ni Ecclestone dieron el brazo a torcer, la competencia se da como nula, una carrera que Reutemann y todos los competidores corrieron arriesgando su vida como siempre,pero eso a los dirigentes de la categoría no les importó, ni siquiera les importó que el Argentino perdía de forma ilegitima 9 puntos ganados con derecho, 9 puntos que serían cruciales para la definición del campeonato.
La siguiente competencia, luego de la fallida Sudáfrica, fue en las calles norteamericanas de Long Beach, la pole la marca el Arrows A3 de Ricardo Patrese, el italiano presionado por Reutemann no aguantaba ni una cuarta parte de la prueba, el Lole lo deja atrás seguido de Jones, Carlos le comentaba a Parga, “El Italiano perdía terreno a medida que la aumentaba una falla en la alimentación de su Cosworth, pero las cosas se empezaron a enredar, porque los siete segundos que yo le llevaba a Jones se fueron achicando a medida que Patrese, me cerraba el camino, cuando en la vuelta 27 yo consigo adelantarme a Patrese, Jones ya estaba a 3 segundos, y encuentro rezagados, y paraban Mansell y Gabbiani casi juntos, el último rezagado era Surer, me cuesta pasar, llego muy forzado a la chicana, la tomo por afuera y Jones se me adelanta, pero no se iba porque mi auto es más veloz, cuando después de la carrera me preguntaban por qué no lo había atacado, yo me acordaba del contrato,yo había firmado como piloto número 2, estaba escrito así, no podía atacarlo, puede ser que me haya desconcertado un momento, no lo sé ,pero desde el box no había habido ninguna orden.
El podio lo completo Nelson Piquet, el festejo de Jones era exuberante, se pavoneaba junto a una rubia miss Long Beach y una gran botella de champagne cerrada que no podían abrir pues así lo especificaba el contrato con los inversores árabes, quienes tienen prohibido el alcohol por lo menos en público, Jones luego de la carrera declararía:” Manejar el coche sin polleras me ha divertido, es cómo manejar una maquina común con polleras que no está puesta a punto como corresponde, hay que frenar antes y en las curvas rápidas rezar, ¿Carlos? Cometió un error insólito alargando mucho la trayectoria al pasar a Surer, tuvo que dejar de acelerar, yo subí un cambio y lo superé.
Hay que ver que procesión corrió dentro de Reutemann desde Long Beach al siguiente gran premio, que quizá se haya preguntado, ¿Voy a seguir siendo el simple escudero de Jones ? de quien dicho sea de paso y con razón no se sentía inferior, simplemente porque no lo era, el siguiente Gran Premio fue el de Brasil, el famoso gran premio de la desobediencia, el día viernes ambos pilotos trabajaban para poner a punto los Williams, con el fin de dar caza al Brabham del local Piquet, cuyo particular sistema de suspensión podía doblar a fondo en las curvas, mientras los demás tenían que corregir, el día viernes el uno queda para Reutemann mostrando lo eficáz en poner a punto su auto y el agrado de conducir en el circuito de Jacarepagua, allí ya había ganado en el 72.77 y 78, cuando Reutemann hace el mejor tiempo, Jones inmediatamente solicita los mismos resortes.
… No era posible complacerme, Declara Jones porque se trataba de una serie única, así que mientras él estaba contento con su auto, pese a todo lo que se hacía en el mío para mejorarlo yo no alcanzaba a Carlos, como número 1 del equipo yo hubiera podido exigir aquellos resortes, pero me acordaba del acuerdo firmado, de nuestra táctica de carrera, me parecía absurdo, me parecía una solicitud francamente estúpida, el día sábado Piquet se llevó el mejor tiempo destrozando todos los registros.
En la largada los Williams se escapan, el auto de Jones vacila por un anormal funcionamiento del embrague, a las 6 vueltas Reutemann lleva una ventaja de 1s48 a Jones, a las 14, 2s18 y a las 20, 2 s 40 el argentino hace las trayectorias de manera perfecta, sin una falla, cuando ya van 50 vueltas, y Piquet está hundido en el fondo del pelotón la diferencia de Reutemann es de 5s10, Peter Windsor escribe. “Durante la carrera fue significativo el hecho que en ningún momento se le mostrase la diferencia a Reutemann que lo separaba de Jones, si Williams pensaba hacer valer la cláusula de los siete segundos debía haber informado antes al piloto argentino.”
En la vuelta 55 sostenido por Jeff Hazell manager de Williams aparece el famoso cartel Jones- Reut, seguirá así hasta el giro 59, la carrera será ganada por Reutemann en un día magnifico, luego declararía “No vi Ninguna orden o señal de Boxes ni siquiera vi A Jones en carrera por que la lluvia no me dejaba ver lo que pasaba, yo me preocupe en hacer mi carrera y punto, sé que el tema dará que hablar ,pero antes de la largada no recibí ninguna orden al respecto, cada uno haría lo suyo jugando al máximo sus posibilidades”
Alan Jones se negó a subir al podio, en el camino hacia el box de Williams furiosamente declaró.”Ignoró la orden y no solo una vez sino 5 veces, él dice que no lo vio, quizás no ve bien, habría que preguntarle, tal vez Carlos es corto de vista¿ no?”
Frank Williams estaba preocupado, los contratos estaban para cumplirse y en caso de no ser así debía aplicar sanciones, Frank se reunió en privado a las cuatro menos veinte en el caravan del equipo, fue un encuentro privado Reutemann, Head y Williams,
Carlos dijo Frank seriamente ¿Por qué no le hiciste caso al cartel?
Reutemann:” ¿Cartel? ¿Qué cartel Frank? Yo no vi ningún cartel
Head, Enojado : Vamos Carlos no me digas que no lo viste.
Reutemann miro fijo a sus dos interlocutores , se tomó unos segundos para responder y mirándolos fijamente les dijo: Yo, lo único que te digo es que una carrera la regalo, dos no.
Esa fue la primera vez que Lole sintió el frío de los ingleses en sus huesos, nadie fue a felicitarlo, en la escudería, nadie parecía contento, ya que según decían, Reutemann había violado un contrato.
Para Alejandro di Giacomo, Reutemann jamás violo el contrato, acá esta lo redactado por el
Esto es simple, a Reutemann desde el box de Williams no le indicaron nunca la diferencia que llevaba a Jones, basta echarle un vistazo a las fotos en la que los mecánicos del equipo inglés con el trasfondo del Renault del Francés Prost parado a un metro del muro de la calle de Boxes, se asomaban mostrándole los carteles, en uno aparecen las vueltas faltantes (l7) y así sucesivamente, en el otro se lee Jones-Reutemann, ósea, la orden explicita de ceder la punta, pero en ningún momento le indicaron la diferencia que le llevaba al australiano que era un requisito indispensable para obedecer y dejarse pasar, el mismo Reutemann en aquella entrevista recordó que en la penúltima vuelta, con el piso súper mojado, giro a dos o tres décimas del récord ó sea que en el caso que le hubiesen indicado la diferencia habría apretado y le hubiera sacado veinte segundos, vale la pena recordar que bajo la bandera a cuadros transito con una diferencia de casi 5 segundos a su favor, la conclusión es obvia, al no señalarle la ventaja que le llevaba a Jones situándola en el margen que el contrato fijaba, el box Williams incurrió en un error garrafal de procedimiento, que legitimó la desobediencia de Reutemann.
Años más tarde Carlos recordaba haber visto el famosos cartel”claro que vi el cartele, vi todo, pero también pensaba mientras veía todo eso, que si yo hacía caso a los carteles, era mucho más digno volver al box preparar el bolso y despedirme de las carreras, dedicarme a otra cosa, desobedecí, volvería a desobedecer si las circunstancias se repitiera, no tengo otra respuesta”.
No obstante, Reutemann se preparó para su siguiente GP el de Argentina, no sin antes presagiar, “tengo miedo de lo que pueda pasar en las carreras europeas”, para el gran premio de Argentina Piquet se lleva todo, pole, récord de vuelta y carrera ganada, con un sistema de suspensión que seguía rayando en lo ilegal, “Parece que Piquet tiene un formula 1 y nosotros solamente un formula 3 lamentaba Frank Williams, a lo que declaraba “el sistema que usa Brabham para aplastar el auto se conoce desde hace muchos años, si no me equivoco fue Citroën la primer casa que empleo el sistema en su producción común, Murray encontró una respuesta lógica a la necesidad de bajar la masa suspendida, para que los laterales del coche toquen el piso, nosotros tenemos los planos de un sistema similar y también lo de otros que pueden ser usados para recuperar gran parte del efecto suelo, no lo hemos aplicado porque pensamos que estaban fuera de reglamento, si en la próxima reunión Ecclestone no entra en razón, nosotros vamos a correr en Imola con nuestro sistema, nuestra buena fe no será sorprendida nuevamente.
Volviendo a la carrera el podio lo completo en un espectacular trabajo Carlos Reutemann seguido por Alain Prost, mientras cuarto bajándose hecho una furia Alan Jones que perdía la lucha interna en el seno mismo del equipo. Era tal la bronca del australiano con el Argentino y con los Argentinos, que en la conferencia de prensa empezó a insultar a los periodistas en inglés, y solo la intervención de Chris Stuart el brazo derecho de Williams, logro detenerlo y llevárselo adentro, al cabo de 15 minutos cuando se calmó volvió a salir y pidió disculpas argumentando que había quedado muy herido por los insultos y silbidos en el GP, recuerda Alejandro di Giacomo que solo German Sopeña que era un tipo muy fino le respondió, “bueno, pero que maleducado estuvo señor”
Para el siguiente Gran Premio, el de Imola, el pequeño Gilles Villeneuve, grabo con su poderosos seis cilindros su segunda y última pole position, ¿podría haber sido en otro circuito?, otra vez Nelson Piquet se llevó la victoria, demostrando que Reutemann tenía que preocuparse por Jones y ahora por él, aparte de Williams y Head, que no era poco, Reutemann pese a un golpe en la largada del propio Jones, logró terminar tercero detrás de Piquet y Patrese, estirando aún más la distancia en el campeonato, en ese Gran Premio un porteño de 28 años, se le animaba a la máxima, Miguel Ángel Guerra, clasifico y largo el gran premio de Imola, piso el acelerador sin piedad en la larga recta del circuito, próximo a acercarse a Tamburelo, sintió un golpe y perdió el control, del auto, después mientras trato todo el año de caminar bien, se preguntaba qué es lo que hace un piloto como Salazar pretendiendo ganar todo en la largada sin darse cuenta que quedan 70 vueltas por delante, cuando encontraba respuesta, percibía no sin un dejo de nostalgia, que la fórmula 1 para él había pasado, para nunca más volver.
En el siguiente Gran Premio, la tragedia golpeo al Argentino, en Zolder, Bélgica, Reutemann se encontraba en su mundo, sabiendo que podía dar un golpe fuerte a sus rivales, escuchando la estridente alarma de calle de Boxes, que indicaba el permiso para salir a pista, de golpe un sonido seco, la caída y el golpe letal en la cabeza, Giovanni Amadeo, el joven mecánico de Osella de 20 años, moría dos días más tarde, sin que la ciencia pudiera ayudarlo a vivir, en la carrera se golpeaban Piquet y Jones que cada vez más ofuscado, manejaba muy mal, crecía el Ligier de Laffite, sin inquietar a Reutemann, que ganaría la prueba, completaría el podio Nigel Mansell.
En el podio los tres pilotos se preguntaban que hacían ahí, mientras el silencio quebraba la lluvia, esa iba a ser la última victoria de Reutemann en la fórmula 1, tres meses más tarde, al correr en Monza, Reutemann averigua que la familia Amadeo vivía en Casilino del Piano, al norte de Italia, y allí se dirigía a dar las condolencias a la familia, el padre de Giovanni las recibía, pero la vida de esos dos hombres que, sentados frente a frente se miran sin encontrar palabras jamás seria la misma.
Reutemann le explicaba el hecho al periodista italiano Orefici
…….el mecánico de Osella Giovanni se golpeó contra mi máquina, se metió entre la rueda de adelante y la de atrás, yo apenas tenía tiempo para sentir que algo pegaba en el auto y me daba cuenta cuando miraba el espejo, vi al muchacho tendido en la tierra, yo había parado mi máquina, al mirar su cabeza ensangrentada comprendí inmediatamente que no se podía hacer más nada por él, que ya estaba muerto y pienso todos los días desde entonces en aquel pobre muchacho, no podré olvidarlo nunca más en el resto de mi vida, a veces, corriendo se me aparece, yo no soy un robot, …y se queda sin palabras
FIN PRIMERA PARTE.