Señaló que “después del fin de semana sabremos más” sobre su continuidad en RB. “Decían que tampoco estaría en el coche para esta carrera”, recordó el australiano.
“Mirá, sé cómo es y cómo funciona y sabía que siempre habría algunas fechas límite este año, ya sea en las vacaciones de verano o ahora después de Singapur. Honestamente, todavía hay muchas cosas en el aire. Veamos cómo va el fin de semana”. Daniel Ricciardo no fue evasivo. En la jornada de Prensa en el paddock de Marina Bay enfrentó los rumores que estaría atravesando sus últimos días en RB.
El autraliano señaló que después del Gran Premio de Singapur se sabrá más sobre su situación. “Creo que ahí es cuando se tomarán las decisiones y para nosotros, que conocemos el contrato, ahí es donde caen las fechas”, explicó. Además, recordó que no es la primera vez en el campeonato que lo daban fuera del equipo: “De hecho, escuché algo que decían que tampoco estaría en el coche para esta carrera. Eso fue después de Japón o algo así a principios de este año”.
A mitad de año Ricciardo tenía su asiento asegurado hasta el final de la temporada. El 29 de julio fue ratificado en el cónclave de la plana mayor de Red Bull. Aquella ocasión, que también definía el futuro de Sergio Pérez, lo confirmaron en Faenza porque -junto a Yuki Tsunoda– estaba llevando por buen camino el desarrollo del VCARB-01.
Sin embargo, la estabilidad se derrumbó. Las presiones de Helmut Marko por subir a Liam Lawson pusieron nuevamente a Ricciardo contra las cuerdas. Su joven compatriota le estaría ganando la pulseada por la butaca. Según los analistas del mundo Red Bull, podría ser titular en el equipo satélite antes que finalice el campeonato.
Pero el ganador de ocho Grandes Premios no se rinde. Si bien no cosechó puntos, logró un P12 en Zandvoort y dos P13 en Monza y Bakú; mientras que Tsunoda abandonó las dos últimas carreras y llegó P17 en los Países Bajos. “Voy a darlo todo, como ya he hecho, y siempre hay algo por lo que luchar, pero veremos qué pasa. Intentaré subir al podio, ese es mi plan”, remarca. Suena utópico el objetivo en Singapur. Pero el alto nivel de optimismo podría ser la única arma de Ricciardo para capear el temporal.