El monumento se encontraba frente al museo que lo recuerda en Berthierville. Las autoridades ofrecen 12 mil dólares por información. Jacques calificó a los ladrones de “seres desvergonzados y sin alma que no merecen ser llamados seres humanos”.
Conmoción y repudio causó en Canadá el robo de la estatua de Gilles Villeneuve. El monumento se encontraba frente al museo que lo recuerda en ciudad de Berthierville, donde creció y vivió gran parte de su vida.
Si bien el hecho fue denunciado el 31 de octubre pasado, trascendió a nivel internacional en las últimas horas.
Tanto desde el museo como de la alcaldía de Berthierville coinciden que los malvivientes se llevaron la estatua entre la noche del miércoles 30 y la madrugada del jueves 31. Para lograr su cometido tuvieron que cortar la figura de bronce de 1,60 metros a la altura de los tobillos. “No quedó nada más que las botas de bronce”, dijo Alain Bellehumeur, director general del Musée-Gilles Villeneuve, al períodico The Gazette de Montreal.
La estatua representa a Gilles sosteniendo su casco sobre un podio. La forma original del monumento, que fue emplazado en 1994, era aprovechado por los turistas, principalmente los niños, para subirse al pedestal y sacarse una fotografía con el héroe local y leyenda de la Fórmula Uno.
La indignación no tardó en llegar. A través de su cuenta de Facebook, la alcaldía expresó que el robo no solo dañó parte de su patrimonio, también priva a la comunidad “y a los entusiastas de los deportes de motor de un fuerte símbolo de nuestra historia”.
El escultor Jules Lasalle, autor de la obra, dijo que “es una gran decepción, especialmente para la gente de Berthierville”. Además, comparte el temor de los vecinos de que la pieza fue sustraída para fundición. “Quien haya robado la estatua no recibirá una gran recompensa, el valor del metal no es particularmente alto”, señaló.
La principal reacción, como era de esperar, fue de Jacques Villeneuve. En un video que difundió a través de su cuenta de Instagram, declaró que no puede comprender “lo que la gente puede tener en la cabeza o incluso en el corazón, si es que lo tiene”. “Salir a robar un monumento… Gilles representó a Canadá, a Quebec a nivel internacional, no hay muchos. Que unos idiotas sean capaces de semejante acto, creo que son gente que no tiene corazón ni cerebro, y es vergonzoso”, comentó indignado el campeón mundial 1997.
Junto con el video, posteó una reflexión final: “El monumento de bronce de mi padre fue robado del museo. Esos seres desvergonzados y sin alma no merecen ser llamados seres humanos”.
Las autoridades del Musée-Gilles Villeneuve ofrecieron una recompensa de 12 mil dólares por información. Por su parte, el sargento Eloise Cósete, de La Sûreté du Québec -el cuerpo policial de la provincia canadiense-, informó a The Gazette que continúan investigando el caso.