El director deportivo de la F1 propone abolir la comunicación entre la dirección de carrera y los jefes de equipos en virtud de las constantes protestas de parte de estos últimos en las competencias finales de 2021.
Ross Brawn, actual director deportivo de la F1, no esquivó el bulto y opinó con dureza acerca de los acontecimientos ocurridos este último domingo en el circuito de Yas Marina donde, un despiste y golpe contra el muro del Williams del canadiense Nicholas Latifi, ocasionó la salida del safety car causando, en primer lugar protestas del equipo Mercedes con Toto Wolff a la cabeza y, luego, reclamos de parte de Christian Horner, jefe de Red Bull acerca de la situación de los autos rezagados qué se interponían entre Lewis Hamilton y su piloto Max Verstappen.
Ante este escenario, el ex director técnico de Ferrari entre 1997 y 2006, fue terminante: “Es inaceptable que los jefes de equipo presionen a Michael (Masi) durante la carrera. Es como si los entrenadores negociaran con el árbitro en el fútbol”, dijo en una entrevista concedida a Auto Motor und Sport.
Luego, el británico justificó su pensamiento y detalló: “Toto (Wolff) no puede pedir ahí que no haya un ‘safety car’ y Christian (Horner) no puede pedir que los autos se tengan que desdoblar. Eso queda a discreción del director de carrera”. Cabe recordar, que las protestas por radio se multiplicaron a lo largo de toda la temporada, principalmente luego del receso veraniego europeo cuando el mundial de pilotos entró en una etapa definitoria.
Por último, y continuando con el contrapunto que genera interminables debates dentro del ambiente de la F1, sentenció:
“Dejaremos este contacto el año que viene”, algo que puede interpretarse como el fin de las comunicaciones en vivo entre equipos y dirección de carrera para 2022.