El británico aguardará hasta el receso del verano europeo para definir su futuro en la Fórmula Uno. Russell desea estar en Mercedes pero asegura que no está presionando por ocupar una de las butacas de Brackley.
“Para ser honesto, realmente no estoy presionando el tema con nadie realmente (ni con Mercedes, ni con Williams). Porque estoy puramente centrado en mi trabajo aquí”. George Russell medita cada una de sus palabras, pero entre líneas se advierten varios mensajes para un solo destinatario: Mercedes.
En una entrevista concedida para la revista británica Auto Sport, el piloto de Williams deja unos minutos el presente de la temporada 2021 y centra su mirada en el próximo año. Posiblemente el de su despegue definitivo en la Fórmula Uno, si es que llega la “llamada” que aguarda impacientemente. Una comunicación de larga distancia desde Brackley.
“Se habla mucho sobre una promoción o una mudanza, debería decir, a Mercedes. Pero creo que para todos nosotros, al final del día, Mercedes me administra y quieren lo mejor para mi carrera. Están en una posición única en ese sentido”, comenta el británico.
Russell demostró con autoridad y muñeca que puede dominar e incluso, si los planetas están alineados, llevar a la victoria a una flecha de plata (ahora teñidos de negro). Solo un caos en boxes, digno de una escena de Benny Hill, similar a lo ocurrido en Mónaco, lo privó de subir al escalón más alto del podio en el perimetral de Sakhir.
“Bahrein me dio una oportunidad única de casi demostrarlo”, recuerda Russell sobre esa noche en el desierto del Golfo Pérsico. Si bien la gloria se le escapó de las manos, aquellas 87 vueltas sobre el auto más poderoso del Gran Circo, le hizo ver su calidad de piloto con un coche ganador (algo que no podría comprobar con un Williams). “Antes de eso, siempre fue una pequeña incógnita, debido a la situación en la que me encontraba”, señala.
Ahora Russell quiere saber cuál será su lugar en la Fórmula Uno del 2022. Y por lo que se desprende de sus declaraciones se puso un límite de espera: mitad de año. El británico esperará hasta el receso del verano europeo para definir su futuro: “Creo que, naturalmente, todos queremos algo decidido de cualquier manera para las vacaciones de verano, de verdad”.
El piloto busca definir si la opción Mercedes será realidad. ¿Compañero de Hamilton o de Bottas?. Eso no importa para Russell. Necesita saber si las puertas de Brackley se abren definitivamente para él. Lo único que está claro es que su etapa en Williams ya cumplió un ciclo.
“Siento que estoy listo para pelear por campeonatos mundiales y pelear por victorias”, asegura George. Entiende que la experiencia acumulada en Williams y aquella noche de Bahrein son las cartas credenciales para subirse a un coche competitivo y ganador.
¿Y si no es Mercedes? ¿Dónde?. Russell no quiere que sus palabras se interpreten como una patada al tablero. Sabe que sus posibilidades son 50 y 50. Deja en claro que Mercedes decidirá donde correrá. De las tres escuderías fuera de Brackley con impulsores de la estrella, solo uno es competitivo: McLaren (por obra y gracia de Lando Norris). ¿Podría ser su próximo destino ante el desencanto prematuro de Woking con Ricciardo?. Es una suposición. Aunque Russell intuye que podría ser el Plan B.
“Solo quieren lo mejor para mí. Y si creen que merezco la oportunidad, ahí estaré. Si no creen que me lo merezco, entonces me encontrarán un asiento en algún lugar donde pueda seguir desarrollándome”, comenta el británico.
Russell quiere crecer. Siente que está preparado para pelear. Pudo demostrarlo en Sakhir y un infortunio le birló su primera victoria en su única experiencia con un coche competitivo. Su objetivo es Barckley, lo dice abiertamente. Pero necesita aclarar que no “está presionando el tema”: “Simplemente disfrutando de cada carrera, disfrutando donde me encuentro”.