El madrileño comentó que adaptar su estilo de conducción a la SF75 le llevó más tiempo de lo que imaginaba.

 

Con las pruebas de pretemporada a la vuelta de la esquina y luego de un muy productivo ‘filming day’ llevado a cabo en el circuito de Fiorano que incluyó el contacto cara a acara con los ‘tifosi’ del Cavallino Rampante, Carlos Sainz ha rememorado lo que significó en lo personal el ambiguo año 2022 que tantos problemas le trajo luego del cambio reglamentario establecido por la FIA a principios de la mencionada temporada.

 

Tras un excelente 2021 donde pudo vencer con claridad a su compañero de equipo Charles Leclerc, Carlos se ha encontrado con un SF75 indócil a su estilo de manejo, hecho que le ha llevado más tiempo del que creía para poder asimilar y ajustar su modo de conducción a un monoplaza que se caracterizaba por ser muy ágil y muy rápido en el paso por curva pero un poco lento en tramos de alta velocidad respecto a sus principales competidores. En una entrevista concedida a Motorsport-Total.com, Sainz aclaró la cuestión que tantos comentarios propició durante el pasado año:

“Había una tendencia de hablar sobre si el coche estaba a mi gusto o no, pero no es cierto. Un coche de Fórmula 1 no va hacia mi lado o hacia el lado del otro piloto. Un coche de Fórmula 1 evoluciona para ser más rápido, mi trabajo como piloto es dar pistas sobre los puntos débiles del coche y doy ese feedback al igual que Charles. El equipo lo toma y compara los datos, saca sus conclusiones y esperan que el coche sea más rápido”.

 

 

 

Es justo decir, que el piloto que luce en su trompa el número 55 mejoró notoriamente en las últimas carreras de la temporada y esto ha coincidido con una evolución del coche en lo relativo a la velocidad punta en tramos rectos, además de corregir (tardíamente) algunos problemas de fiabilidad en el motor de combustión interna. Más allá de esto, el español cree que su progreso personal ha sido la clave para terminar 2022 con optimismo de cara a lo que vendrá a partir del próximo 5 de marzo:

“Durante el último año pasé por momentos difíciles. Teníamos un coche que requería un estilo de conducción muy específico, me ajusté y lo logré, un poco tarde para mi gusto, pero lo logré. Sentí que estaba muy cerca del límite del coche y estaba conduciendo a un nivel muy alto. Así que, confío en que puedo continuar donde lo dejé y dar un paso adelante en la dirección correcta”, dijo para cerrar.