Stefano Domenicali:” Nadie puede juzgar nuestra moralidad”

Stefano Domenicali:” Nadie puede juzgar nuestra moralidad”

Stefano Domenicali valoró que un atentado terrorista no significa que el país esté en guerra y consideró que la Fórmula 1 puede tener un impacto positivo en la cultura local.

 

 

 

 

 

Stefano Domenicali afirmó que la moralidad de la Fórmula 1 no se puede juzgar con la decisión de competir en Arabia Saudita. El CEO defendió la opción de correr la carrera en Jeddah incluso después del ataque con misiles Houthi a pocos kilómetros de la pista e insistió en que el campeonato podría tener un impacto positivo en la cultura local.

 

El viernes, durante la primera sesión libre, una refinería de la petrolera estatal Aramco, situada a 10 km del circuito, fue alcanzada por un misil en un ataque reivindicado por el grupo Houthi. A pesar de un retraso de 15 minutos en el inicio de la segunda práctica libre, las actividades continuaron con normalidad en Jeddah .

 

 

 

En la imagen se divisa el humo del incendio a la refinería a 10 km del circuito / Foto Jon Noble

 

 

 

Al final del día, sin embargo, los pilotos se reunieron durante horas, pero tras un ir y venir del manager, la opción fue seguir adelante con la carrera, que terminó con victoria de Max Verstappen sobre Charles Leclerc .

En medio de muchas críticas de que se priorizó el dinero sobre la seguridad de los miembros del paddock, el jefe de la Fórmula 1 enfatizó que la integridad de todos es vital para el deporte y que el GP solo se llevó a cabo después de la garantía de las autoridades locales.

 

 

Jefes de equipo reunidos con pilotos en la madrugada de Jeddah /Foto Albert Fabrega

 

 

“Tenemos que ser racionales, dejar de lado las emociones y recopilar la mayor cantidad de información posible. Lo hicimos el viernes”, respondió Domenicali cuando se le preguntó sobre las críticas. “Nuestra primera prioridad es la seguridad de nuestra gente. Cuando recibimos la seguridad de las autoridades locales de que estaba bajo control, informamos a los equipos y pilotos”.

 

 

El jefe de la F1 también rechazó las acusaciones de hipocresía y consideró que no es válido comprar la situación de Arabia Saudí con Rusia, que ha provocado una guerra con Ucrania. Domenicali ignora, sin embargo, que el régimen saudí también está en guerra con Yemen, que, según la ONU (Naciones Unidas), tiene la peor situación humanitaria del mundo. Según la cadena británica BBC, el conflicto ya ha causado más de 233.000 muertes, incluidas 131.000 por causas indirectas, como la falta de alimentos, servicios de salud e infraestructura. Más de 10.000 niños han muerto como resultado de los combates.

 

Una coalición sunita liderada por Arabia Saudí apoya a las fuerzas del Gobierno de Abd-Rabbu Mansour Hadi, presidente de Yemen desde 2012. La milicia rebelde chiíta hutí cuenta con el respaldo de Irán. En los últimos meses, el enfrentamiento se ha vuelto aún más violento. Solo el mes pasado, se registraron más de 700 ataques aéreos. Ambos bandos están acusados ​​de crímenes de guerra, pero lo niegan.

 

 

 

En la noche de Jeddah continuaba ardiendo la sede de Aramco / Foto Twitter

 

 

 

“¿Un ataque terrorista significa que un país está en guerra?” preguntó Stefano. “No estamos ciegos, pero no creo que este sea el punto de vista correcto. Honestamente, nadie puede juzgar nuestra moralidad. Dónde está la línea, esa es la cuestión”, defendió.

 

Stefano también cree que la presencia de la Fórmula 1 puede ayudar a Arabia Saudí a modernizarse culturalmente. La dictadura saudí es uno de los países más cerrados del mundo y es constantemente acusada de violar los derechos humanos.

A principios de marzo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó la “ejecución masiva” de 81 convictos en Arabia Saudita. “Entre los ejecutados el 12 de marzo, 41 pertenecían a la minoría chiita y habían participado en manifestaciones antigubernamentales en 2011-2012 pidiendo participar más en el proceso político, otros siete eran yemitas y un sirio”, dijo Michelle Bachelet.

 

 

“Nuestra posición es, y siempre será, que creemos que tenemos un impacto positivo en la situación política en su conjunto. Pero no podemos cambiar la cultura en un abrir y cerrar de ojos”, declaró. “Entonces sí, si bien claramente hay cosas que necesitan mejorar, creo que hemos jugado un papel importante en la modernización del país”, defendió.