El jefe de la escudería Mercedes, Toto Wolff, declaró que en los primeros días de enero dio positivo a la prueba de COVID-19, por lo que sus vacaciones en Austria se arruinaron, ya que tuvo que estar en cuarentena, separarse de su familia para recuperarse lo más pronto posible.

 

 

 

 

 

De acuerdo con un medio austriaco, el mandamás de las fechas plateadas se contagió durante el invierno en ese país, pero no supo en qué momento ni  lugar lo contrajo. Al darse cuenta de esto, se apartó para evitar que su esposa pudiera enfermarse.

 

 

“Al terminar la temporada y todos los pendientes con Mercedes, decidí viajar a Austria, ya que habíamos planeado estar aquí por unos días y de la nada obtuve una prueba de coronavirus positiva. Pero todo está bien. No hay síntomas, gracias a Dios. Podría haber ido mal, pero estamos fuera de cuarentena “.

 

 

Actualmente Wolff está en los últimos días de cumplir con su aislamiento, por lo que pronto se reincorporará a sus actividades y compromisos con Mercedes que comenzará con los preparativos de cara a la temporada 2021 de la Fórmula 1.

 

 

 

 

 

En dichas declaraciones, se le cuestionó sobre las negociaciones que han tenido para retener otro año en la escudería a Lewis Hamilton, a lo cual señaló que a finales de diciembre se llegaría a un acuerdo, debido a que tanto él como el siete veces campeón están en diferentes puntos del mundo, no han podido coincidir y dar por hecho la firma del contrato.

 

 

“Los abogados están trabajando duro. No les hacemos la vida fácil, por supuesto, cuando ambos discutimos y seguimos enviando bolas curvas a los abogados. En algún momento lo finalizaremos. Tenemos una base realmente sólida en nuestra relación. Hemos celebrado grandes éxitos juntos y queremos seguir haciéndolo en el futuro “.