El holandés ganó el Gran Premio de Arabia Saudita. Pérez y Leclerc completaron el podio. El debutante Bearman, en una carrera que fue de menor a mayor, arribó en séptima posición.

 

Max Verstappen sumó su segunda victoria consecutiva de la temporada. El holandés se impuso sin sobresaltos en un monótono Gran Premio de Arabia Saudita. Detrás de él, y por algo más de seis segundos, aunque sufrió un recargo de cinco, arribó Sergio Pérez con el otro Red Bull. Charles Leclerc completó el podio.

 

¿Qué más se podía esperar en Jeddah? No mucho. Verstappen se impuso desde el mismo instante que se apagó el semáforo. Un par de movimientos en la salida, para asegurar la cuerda de un ataque de Leclerc, bastó para escapar en la punta. Al mismo tiempo Pérez batalló con la Ferrari. El mexicano casi gana el exterior en la primera curva y mantuvo una áspera lucha por la segunda posición en los primeros metros.

 

La partida fue prolija y sin incidentes. Antes que se cumpliera el primer giro ya había una baja en la carrera. Alpine ordenó a Pierre Gasly que retornara al box. Los sistemas detectaron fallas en la caja de cambio. No había nada por hacer, el francés tuvo que abandonar.

 

 

Verstappen tenía todo bajo control. La diferencia con respecto a Leclerc se extendía a casi seis segundos. A partir de la cuarta vuelta la carrera se ordenó en la lógica: Pérez rebasó al monegasco en la recta y Red Bull formaba el 1-2.

 

Lance Stroll modificó brevemente el panorama. El canadiense rozó el muro interno de la curva 22 y se estrelló contra la barrera de la zona de escape. El accidente fue similar al que tuvo el jueves en PL1 (con la diferencia que pudo seguir hasta los pits). Con el Aston Martin clavado contra las defensas TecPro, los comisarios sacaron el Safety Car a pista.

 

La neutralización en la vuelta siete modificó la estrategia de neumáticos. Salvo Lando Norris, Lewis Hamilton y Zhou Guanyu, el resto ingresaron a boxes por compuestos duros. La apuesta de McLaren y Mercedes no apuntaba a la victoria sino por estar lo más cerca posible del Top 3 y quedar a la expectativa de pescar un lugar en el podio.

 

 

Norris, líder provisorio del pelotón, empujó en el relanzamiento con todo el potencial del MCL38 para escapar de Verstappen. Sus posibilidades eran nulas. La resistencia del británico duró un par de vueltas. Nuevamente en la punta, el holandés hizo lo que más le gusta: acelerar en soledad.

 

La carrera cayó en un pozo. Algunas luchas, generalmente en el tren del medio, animaron un poco a los aficionados. Kevin Magnussen (Haas) fue uno de los que aportó emoción a costa de sumar penalizaciones. El danés rebasó a Alex Albon (Williams) barriéndolo y éste casi se lleva por delante el muro interno de la curva 4. Más adelante, resistiendo los ataques de Yuki Tsunoda (RB), cortó una curva y no devolvió la posición. Por ambas infracciones recibió en total 20 segundos de recargo.

 

 

Otro que sintió el peso de una penalización fue Checo Pérez. Los mecánicos de Red Bull le dieron salida del box cuando estaba por pasar Feranando Alonso. El español tenía la prioridad en el pit line y los comisarios no dudaron: cinco segundos de recargo. Una vez en la segunda posición, tras superar a Norris, el mexicano estaba obligado a abrir la ventana y mantener hasta el final la diferencia con su perseguidor

 

Sin dudas, el duelo del fin de semana, lo tuvo Lewis Hamilton con los McLaren. El británico quebró los nervios de un Oscar Piastri que no podía superarlo. El australiano no encontraba la forma de rebasar al Mercedes que aun debía la parada en boxes. En la desesperación se pasó de largo en la primera curva cuando intentó ganarle la posición. Piastri respiró aliviado cuando Lewis entró a pits. Pero el de Mercedes seguiría incomodando a un McLaren: hasta el final de la carrera le pisó los talones a Norris.

 

Cumplida las 50 vueltas, Red Bull terminó la carrera con el segundo 1-2 del año. Max Verstappen al frente con Sergio Pérez escoltándolo. Mientras que Charles Leclerc arribó en tercer lugar dentro de un limbo creado por los 11 segundos de diferencia del mexicano y los +13.3s que mantuvo con Piastri (cuarto).

 

 

Pero la nota del día lo escribió Oliver Bearman. El británico, que reemplazó en Ferrari a Carlos Sainz (estuvo presente en el box luego de su operación de apendicitis), finalizó séptimo en una carrera que fue de menor a mayor. Las primeras vueltas se complicó en el medio pelotón. Con el correr de las vueltas fue progresando lentamente y avanzó posiciones. El joven de 18 años siguió el consejo de Frédéric Vasseur: no hacer el papel de héroe. No arriesgó más de lo que podía aspirar.

 

En el parque cerrado, ni bien bajó de la Ferrari, el primer saludo lo recibió de Lewis Hamilton. El abrazo que le dio el siete veces campeón simboliza el espíritu de camaradería que todavía se mantiene en la Fórmula Uno. Fue el reconociento de un consagrado hacia un debutante, un gesto que vale más que cien victorias. Y Ollie nunca lo olvidará.