Red Bull llevó un nuevo piso híbrido y el RB20 mostró mejoras en Bakú. “Mucho trabajo que no se detendrá, pero hoy es positivo”, destacó el holandés.
El líder del campeonato, Max Verstappen, se mostró conforme con el ritmo que tuvo el Red Bull durante los entrenamientos de este viernes en Azerbaiyán. Si bien tuvo un revés al caer a la sexta posición en la tarda vespertina luego de dominar la PL1, sostuvo que “ha sido un buen día”.
“Hemos aprendido bastante. Ahora solo hay que poner en orden las cosas que hemos intentado. Pero creo que, hasta ahora, hemos sido más competitivos este fin de semana, así que eso es algo positivo”, señaló luego de los entrenamientos.
Como ocurrió en Monza, el equipo de Milton Keynes volvió a reformular el piso del coche. Diseñaron otro “Suelo Frankestein”, pero esta vez con tres secciones diferentes de fondos planos -incorporados a lo largo de la temporada- y que consideraron que podían fusionarlos en un solo conjunto.
Verstappen destacó el esfuerzo de los ingenieros: “Mucho trabajo en el segundo [fondo] plano, que no se detendrá, pero hoy es positivo”.
Al igual que Lando Norris hizo hincapié en los resbaladizo del suelo de Bakú. “[Hay] muchas curvas de 90 grados, así que si tenés un pequeño bloqueo, a veces mantenés el freno para no golpear la pared o lo que sea, solo por precaución”.
En el segundo libre lo experimentó al pasarse en la curva 4. La suerte lo ayudó cuando pudo detener el RB20 a pocos centímetros de estrellarse de frente contra el muro externo. “La FP2 fue un poco más difícil para mí, así que, como dije, solo necesitamos lograr un poco más de equilibrio. Estoy bastante seguro de que podemos ser competitivos”, concluyó.