Pese a ganar la pole señaló que todos los años le “resulta extremadamente difícil ser muy consistente”. La escasa adherencia del suelo volvió a dificultar su Qualy.
Max Verstappen volvió a sufrir la clasificación en Miami. Al igual que en la jornada de ayer, en la Sprint Qualifying, tuvo serios inconvenientes para lograr el agarre en los neumáticos. No fue el único, casi todos sucumbieron con la escasa evolución que tiene el suelo del Miami International Autodrome.
“No sé qué es, pero cada año que venimos aquí me resulta extremadamente difícil ser muy consistente con la sensación del coche, la sensación de los neumáticos, en una vuelta”, dijo con incredulidad al ser consultado en parque cerrado.
“Es muy difícil asegurarse de que el Sector 1 se sienta bien y el Sector 3 al final de la vuelta. Lograr que eso suceda junto es increíblemente difícil”, añadió.
El líder del campeonato, vencedor en las dos ediciones que tiene esta carrera, marcó el mejor tiempo en su primer stint de Q3. En el segundo intento sus neumáticos cayeron, al igual que el resto del Top Diez.
“Nuevamente hoy se trataba realmente de encontrar ese equilibrio. Creo que lo hicimos bien. No es la vuelta más agradable de mi carrera, simplemente por lo resbaladizo que es y cómo… no tienes mucha confianza en la vuelta, pero estamos en la pole y eso es, por supuesto, lo más importante”, explicó.
A diferencia de la jornada del viernes, comentó que siente un poco más de control con el coche. “Es lo que estaba buscando. Ojalá eso nos ayude mañana, pero lo descubriremos”, remarcó el holandés.
Además, con la victoria en la Sprint, que lo tomó como un complemento al único entrenamiento del fin de semana, el equipo Red Bull obtuvo algunos datos que pueden volcarlos al plan de carrera. “Creo que sabemos qué hicimos mal [en la salida del Sprint] y qué hice mal yo también. Estoy seguro de que si hago mis cosas correctamente, y somos muy buenos con lo que hemos estado haciendo en las últimas salidas, normalmente todo debería estar bien”, concluyó.