Al poleman le anularon tres tiempos en la Qualy por superar el límite de pista. Cuestionó la rigurosidad de los comisarios: “Con estas curvas de alta velocidad es difícil juzgar la línea blanca con precisión”.
El holandés Max Verstappen se quedó con la pole position para el Gran Premio de Austria que se correrá este domingo en el Red Bull Ring. El líder del campeonato se impuso a las Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz que terminaron segundo y tercero respecticvamente.
No fue una clasificación sencilla. Tanto él como el resto de los pilotos tuvieron que lidiar con los límites de pista. Los comisarios le anularon tres vueltas al líder del campeonato -de un total de 47 penalizaciones que se aplicaron-.
“Fue difícil con los límites de la pista. No lo hacemos a propósito, pero con estas curvas de alta velocidad es difícil juzgar la línea blanca con precisión”, comentó el piloto de Red Bull tras la clasificación.
Aseguró que la Qualy fue una “cuestion de supervivencia y en algun momento tambien hay que manejarlo [sobre la rigurosidad de los comisarios con los límites en circuitos veloces]”. “Esto quita un poco de alegría, pero fue una vuelta suficiente para la pole position y estoy muy contento”, subrayó.
“Aquí todos los años son complicados, estos autos son anchos y juzgar una línea tan estrecha es difícil”, explicó.
Verstappen se mostró contento por la clasificación. Sin embargo, aclaró a la transmisión oficial que el sábado será distinto con la jornada Sprint. “Con este formato será un fin de semana especial, estoy feliz por hoy aunque mañana sea un día diferente. El auto es rápido de todos modos”. y ese es el aspecto importante”, concluyó.