Voló con el Red Bull con una estrategia que despojó a Piastri de la pole. Norris se estrelló en Q3 y largará desde la décima posición.
Con los pronósticos en contra y un medio mecánico inferiror a sus rivales, Max Verstappen se las ingenia para patear el tablero. Es el único que puede dar por tierra la expresión: “No le pidas peras al olmo”; lo hace posible. La pole position en Jeddah es la pera de un olmo en la clasificación de este sábado.
El holandés aprovechó el abandono por accidente de Lando Norris en Q3, y sometió a una fuerte presión a Oscar Piastri con tiempos que se definían por milésimas. La estrategia de Red Bull y la ferocidad de Max doblegaron al australiano que se encamina a ser el nuevo Iceman de la Fórmula Uno.

Todavía cuesta decir que Piastri es el sucesor de Kimi Räikkonen. Pero, ronda tras ronda, el piloto de McLaren se está ganando ese honor a base de resultados y una mentalidad fría que le permite enfrentar riesgos a los que no está acostumbrado su compañero Norris.
El primer stint de Q3 fue prueba de ello. Piastri voló en la pista sin cometer un solo error y enfrentando los muros con nervios de acero. En cambio, el británico, lanzado como nunca a buscar la vuelta, se estrelló en la curva 5. Pisó el bordillo del ingreso y perdió el control del coche hasta impactar con la pared externa. Si Norris había recuperado la confianza con su dominio en los Libres 2 y 3, éste se esfumó con el accidente.

Con el líder del campeonato fuera de combate -largará desde la P10- todo quedó servido para que la pole fuera de Piastri. Sin embargo, Verstappen y Red Bull, como en los viejos tiempos, combinaron talento y estrategia para aniquilar los planes de los papaya.
Con neumáticos usados y el tanque de combustible cargado para dos tandas de stint, Verstappen bajó el crono del asutraliano por una milésima. Los puños se apretaban en el garage de Milton Keynes y la incredulidad se aporedaba en los de Woking.
Con la pole provisoria en su poder, el campeón jugó su carta ganadora. Ingresó al box, cambió los neumáticos blandos usados por un set de nuevos, y salió a pista con el tanque cargado para una vuelta rápida.

Piastri, sin desesperarse, arriesgó como lo hizo en su primer crono. Récord en el primer sector, mal parcial en el segundo y lanzada a todo o nada en el último tramo. El reloj se detuvo en 1:27.304s, la pole provisoria era suya. Pero el holandés volvió a golpear sobre la mesa y le arrebató el mejor tiempo por una centésima.
Jeddah, con las objeciones que se plantean sobre su seguridad, es un trazado que obliga a arriesgar más de lo habitual. Puede decirse que es un termómetro que mide el temperamento de los corredores. Max Verstappen y Oscar Piastri, que compartirán la primera línea de salida, superaron la prueba; Lando Norris falló en el intento. El británico podría perder algo más que la pole: el domingo, posiblementela, la punta del campeonato quede en poder de su compañero de equipo.
