El holandés dominó en el Hungaroring tras ganarle la partida a Hamilton. Norris, por segunda carrera consecutiva, llevó a McLaren al segundo lugar. Tercero Pérez que tuvo tres buenas luchas en pista.
En el inicio y en el final, Max Verstappen escribió los dos momentos que se recordarán del Gran Premio de Hungría 2023. Al inicio, el sorpasso a Lewis Hamilton en la salida. En el cierre, ver su trofeo en el suelo -hecho añicos- porque lo tiró accidentalmente Lando Norris durante los festejos del podio.
En el medio de la adrenalina y la anécdota jocosa hubo una carrera que no es habitual en el Hungaroring. Se vio lucha y varios cambios de posición en el denominado “Mónaco de los Autódromos”.
El líder del campeonato se desquitó de Hamilton por haberle arrebatado la pole. Al momento de apagarse el semáforo, el Red Bull salió disparado para ganar el interno y dejar al británico sin margen para cerrar la línea. Verstappen, ya con la cuerda a su favor, se dedicó a lo que más le gusta: manejar los hilos de la carrera desde la punta.
Hamilton sufrió el paso arrollador del holandés. Oscar Pistari, que le había ganado la partida a su compañero de equipo, también superó al siete veces campeón en la salida de la primera curva. Y como si no le faltaran más disgustos, Norris también se aprovechó. En menos de 600 metros bajó de primero a cuarto.
La contracara fue Carlos Sainz. El español, que partía undécimo, se jugó por el interno casi pegado al muro y en la primera curva superó a cinco coches, saltando a la sexta posición, quedando detrás de Charles Leclerc.
Pero la emoción de la largada se vio ensombrecida por un choque en cadena. Zhou Guanyu (Alfa Romeo) aceleró tardíamente y en la desesperación por recuparar posiciones -partía desde el quinto lugar- se llevó por delante a Daniel Ricciardo en la primera curva. El AlphaTauri del australiano tocó al Alpine de Esteban Ocon y este chocó a su compañero Pierre Gasly que lo superaba por el exterior.
Los coches franceses, con daños severos, tuvieron que abandonar. La carrera de Ricciardo quedó totalmente condicionada hasta la bandera a cuadros. Y a Zhou le cayó una penalización de cinco segundos por originar el accidente.
En la punta, Max Verstappen se entretenía administrando los neumáticos medios. Red Bull, como sus perseguidores, apostaron por una estrategia de dos pit stop. Nada de experimentar en un trazado que castiga el neumático pero lo compensa con una rápida huella de goma que mejora la adherencia.
Con el holandés en otra sintonía, la atención giraraba en el juego de los equipos. Piastri sintió en carne propia ser el segundo piloto. Norris ingresó primero a boxes y tiró un undercut para arrebatarle la segunda posición. El australiano, de forma sútil y entre líneas, señaló por radio su disconformidad por la estrategia de McLaren.
En Aston Martin no ocultaron quién es el jefe. Relegados en las últimas carreras por la evolución de los otros coches, dieron prioridad a Fernando Alonso para estar delante de Lance Stroll. Incluso, le avisaron al español que su compañero estaba notificado que no debía defenderse si él tenía mejor ritmo.
En Mercedes y Red Bull la preocupación era que sus segundos, George Russell y Sergio Pérez, avanzaran posiciones. Ambos iniciaron la carrera con neumáticos blandos. Fue una estrategia acertada para dos pilotos que necesitaban salir de Hungría con un buen resultado.
En la segunda mitad de la carrera, el mexicano pasó por arriba todo lo que se encontraba a su paso. Mantuvo duelos con Hamilton y Piastri -sumado a la lucha con Alonso en las primeras vueltas-. En total, el mexicano dio tres batallas que animaron a los espectadores.
Russell también remontó con habilidad y estrategia. Fijó su objetivo en las Ferrari que comenzaron a caer en el último tercio de competencia. Superó con facilidad a Sainz por la séptima posición y apretó a fondo para descontarle a Leclerc que tenia una penalización de cinco segundos por exceso de velocidad en boxes. El británico le bajó el tiempo al monegasco y finalizó sexto -largó decimoctavo-.
La carrera terminó como es de costumbre: Max Verstappen en primer lugar. El holandés cruzó la meta como si cumpliera un trámite de rutina para alzar su novena victoria de la temporada y la séptima consecutiva.
Segundo, a más de treinta y tres segundos, arribó Norris. McLaren alcanzó el objetivo de mantener el buen nivel del renovado MCL60 en un trazado opuesto a Silverstone. Además, Woking le está ganando en pista a Mercedes, Ferrari y Aston Martin.
Pérez no tuvo el tiempo suficiente para alcanzar al británico y se conformó con el tercer lugar. En equipos normales, ser tercero se aplaude con euforia. Sin embargo, en Red Bull, nunca es satisfactorio y buscarán los defectos en vez de resaltar las virtudes que tuvo el mexicano.
Verstappen extiende su liderazgo a 110 puntos sobre su compañero de equipo. Detrás de Checo asoman Alonso (tercero) y Hamilton (cuarto). Más atrás figuran Russell (quinto), Sainz (sexto) y Leclerc (séptimo). Pero comienza a surgir la figura de Norris con el soprendente McLaren. El británico tiene 60 unidades y está a 30 de su compatriota de Mercedes.
La próxima fecha será en Spa-Francorchamps. Los comentarios no girarán alredeor de Max Verstappen y su paso arrollador en 2023. Las miradas estarán en McLaren y su nuevo desafío: un circuito que combina velocidad, sectores trabados y elevaciones. Si pasa el examen del último bastión del automovilismo de la vieja escuela, Woking habrá vuelto a los primeros planos. La Fórmula Uno agradecida.