El líder del campeonato ocupará la posición de privilegio con Pérez completando la primera línea. Alonso le ganó el tercer lugar a los McLaren y Ferrari. No prosperó un reclamo de Aston Martin contra Sainz.
Red Bull volvió a poner las cosas en orden en Shangai. Con piso seco, el impulso por la victoria de Max Verstappen en la Sprint y las condiciones ideales para el RB20, la escudería de Milton Keynes se aseguró la primera línea de salida.
En una Q3 muy peleada hasta el final, Verstappen se quedó con la quinta pole consecutiva desde el inicio de la temporada. Tres décimas detrás de él se ubicó su compañero. Sergio Pérez cerró un sábado perfecto para el equipo (en la Sprint finalizó tercero aprovechando la pelea entre Fernando Alonso y Carlos Sainz).
Fuera del mundo Red Bull, la lucha por el tercer lugar fue una apasionante definición entre Fernando Alonso, los McLaren y las Ferrari. El asturiano volvió a sorprender, como hizo el viernes en la Sprint Qualifying, y se quedó con la P3 por 17 milésimas sobre Lando Norris que debió conformarse con la cuarta posición.
Detrás del británico se ubicó el otro papaya. Oscar Piastri estuvo a una décima de su compañero. El resultado ilusiona a Woking con la posibilidad de un podio y llevarse de China un buen caudal de puntos.
Los derrotados fueron los de Maranello. Carlos Sainz fue el primero en lograr la pole provisoria y Charles Leclerc lo bajó al segundo lugar. Pero Alonso, Norris y Piastri no habían cerrado su último stint y pudieron doblegar a los SF24 (Leclerc quedó sexto y Sainz séptimo).
Pero la clasificación quedó envuelta en la polémica. Sainz se despistó en la Q2 y golpeó contra las barreras. El accidente ocasionó una bandera roja, pero el español pudo reencender el motor y regresar a pista sin ayuda. El box, aprovechando la neutralización, pudo reparar el auto y continuar la segunda tanda clasificatoria (terminó tercero).
Una vez finalizada la Qualy, Aston Martin presentó un reclamo alegando que Dirección de Carrera declaró al coche de Sainz como vehículo detenido (es decir que no estaba en marcha). Aparándose en el reglamento, señalaron que no podía continuar la clasificación. El equipo de Silverstone buscaba la descalificación del español para que Lance Stroll, eliminado en Q2 y ubicado P11, subiera un puesto.
Después de cuatro horas de deliberación y una ronda de consultas con todos los equipos, los oficiales desestimaron la protesta. La FIA recordó que hubo antecedentes similares y el español regresó a pista sin auxilio externo. Además, los equipos reconocieron que el espíritu de la norma apunta en caso de asistencia de los comisarios de pista y no cuando el piloto puede encender sin ayuda el motor (siempre que sea en un tiempo prudencial).