Max Verstappen tuvo un fin de semana fuera de lo normal. Eliminado en Q2, y largando desde el 11vo lugar pudo “apenas” terminar en 5to lugar. El campeón se va de Singapur con un gusto amargo:”Todo en contra” fue su resumen.
Si bien Verstappen tuvo una buena largada y pudo adelantar un par de posiciones rápidamente, era en la estrategia donde el equipo había puesto todas las fichas. Ambos Red Bull largaron con neumáticos duros y fueron a un stint mucho más largo que los demás equipos. Pero tras el accidente de Logan Sargeant en la vuelta 20 la cual ocasionó un Safety Car, las cosas empezaron a salir mal para el equipo, ya que sus rivales anularon la estategia entrando a pits con una parada gratis.
Luego de esto, tras el abandono de Esteban Ocon, el virtual safety car también les jugó en contra, teniendo que ganar las posiciones perdidas luego de su tardía parada de nuevo en pista:
“Todo fue en nuestra contra en la carrera con los coches de seguridad. Quizás fue el peor de los casos, porque realmente creo que si los coches de seguridad hubieran estado un poco más a nuestro favor, habría peleado con los muchachos de adelante. Especialmente con el último stint, que fue bastante bueno. No es lo que queríamos, pero creo que hoy hicimos lo mejor que pudimos. No tuvimos suerte durante la carrera con todos los coches de seguridad que nos fueron desfavorables”.
Red Bull buscaba poder facilitar una posible coronación de ambos campeonatos en Suzuka, la casa de Honda, su asesor de motores pero tras este resultado, esta coronación no es tan segura tras el resultado en Singapur. Verstappen aprovechó para contestar a los fans que dan sus victorias por sentado, pesnando que “es fácil” ser dominante:
“Todo tiene que ser perfecto. Todo el mundo siempre dice ‘ah, mira qué dominantes son y qué fácil es’, pero nunca es fácil. Hay muchos detalles en los que tenemos que sobresalir y este fin de semana, está claro que no hicimos lo correcto y nos encontramos por detrás de los demás.”