Por primera vez con Aston Martin el alemán consiguió llegar a la Q3, algo que no se le daba desde el Gran Premio de Gran Bretaña 2020. La felicidad de Vettel se contrastó con la decepción de Stroll que no superó la Q1.
No importó que en la tercera serie finalizara último. El hecho de haber alcanzado la Q3 después de 17 fechas le devolvió la sonrisa a Sebastian Vettel. El cuádruple campeón lo tomó como un desahogo luego varios traspiés desde su llegada a Aston Martin.
La dificultad de adherencia en Portimao, algo que atravesaron todos los pilotos, y las ráfagas de viento fueron un enorme desafío para el alemán y su AMR21. Su pase a la Q2 y Q3 estuvieron condicionados hasta el último segundo y solo encontró alivio cuando sus potenciales rivales no lograban los tiempos para bajarlo a la zona de eliminación.
Vettel registró 1:19.659s quedando a más de un segundo del poleman Valtteri Bottas (Mercedes). Si analizamos el tiempo de Seb encontraremos que su marca fue la más lenta con respecto a la Qualy 1 y 2. En la primera manga clavó el reloj en 1:19.403s (dos centésimas menos que en la 3) y en la Q2 tuvo su vuelta más rápida que lo hizo ingresar en el exclusivo club del minuto dieciocho (1:18.970s).
“Me siento muy feliz después de esta sesión. Comenzamos dentro del top 10 y estaremos en medio de una gran pelea por los puntos”, declaró un Vettel alegre tras la clasificación. Luego se serenó y más reflexivo comentó: “Todavía nos queda mucho trabajo por delante, pero las cosas empiezan a encajar y se vuelven un poco más automáticas, lo que me ayuda a concentrarme más en mi conducción. Todavía estoy aprendiendo sobre el coche, pero hoy me he sentido más cómodo”.
Sobre el plan de carrera el alemán prefirió la cautela: “Mañana será muy reñida, así que veremos qué podemos hacer. Creo que va a estar muy apretado en el medio pelotón, por lo que las pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia”.
Mientras Seb era felicidad pura, Lance Stroll le daba rostro a la frustración. A contracara de su compañero, el canadiense no pudo superar el primer corte: “Una sesión de clasificación difícil y no logramos aprovechar el nivel de rendimiento que mostramos ayer”.
El canadiense admitió que no se sintió a gusto con el auto y el tráfico le complicó la Qualy: “Hoy no me sentía muy cómodo en el coche y no podía apoyarme tanto en él. El tráfico al final de la Q1 tampoco ayudó y me costó algo de tiempo en mi segunda carrera. Es un gran cambio con respecto a ayer, así que nos iremos y entenderemos dónde podemos mejorar y hacerlo mejor la próxima vez”.
Stroll partirá desde la 17ma posición (penúltima fila) y con la compañía del Williams de Nicholas Latifi. Mientras que Vettel saldrá desde la 10ma colocación, en la quinta fila, junto a Pierre Gasly (Alpha Tauri). Las dos caras de la moneda en Aston Martin.