Williams pasa horas complicadas, ultimo y cómodo en el campeonato.
El histórico equipo de Frank no encuentra el rumbo y está acostumbrándose, peligrosamente, a los últimos lugares.
Esta crisis en el equipo no viene solo de este año. Podría decirse que el bajo rendimiento empezó en 1998, con la ruptura con Renault. Ese año Williams, con motores Mecachrome, que en realidad eran motores Renault del año anterior, no rindió a la medida de las expectativas que se crean en torno a un equipo que había sido campeón del mundo apenas un año antes. Williams empezó a olvidarse de los campeonatos, ya motorizados con BMW cuando, a pesar de algunas victorias con Ralf Schumacher y Juan Pablo Montoya. estuvieron muy lejos de Ferrari y el hermano mayor de Ralf quienes arrasaron entre el 2000 y el 2005.
Otros equipos que fueron grandes campeones y que ya desaparecieron pasaron por síntomas similares a los que tiene Williams actualmente: Primero, el alejarse de pelear campeonatos. Segundo alejarse de las victorias: Williams tuvo un tramo de 8 años sin ganar entre 2004 y 2012 hasta la victoria de Pastor Maldonado en Barcelona. Y el tercer sintoma: alejarse paulatinamente de los podios, justificando lo festejado que fue el podio de Lance Stroll en Azerbaiyán 2017.
Este año, a pesar de contar con motores Mercedes no pueden encontrarle la vuelta con el chasis como viene pasando desde 2004. Sus dos pilotos actuales parecen no tener la capacidad de revertir esta situación. Y, recordando cómo les fue a Brabham y a Lotus, Claire Williams tendrá que tomar cartas en el asunto si no quiere terminar como ellos.
El equipo necesita revivir esa llama que los hizo el tercer equipo más importante de la historia. Mientras no puedan hacerlo, van a seguir estando incluso detrás de Sauber, y viendo como el debutante Charles Leclerc suma los puntos que sus dos pilotos no pueden.
Por el bien del prestigio del nombre que llevan, Claire Williams y Paddy Lowe deberan trabajar muy duro para volver a ser una realidad y no vivir sólo de recuerdos.