Y al fin llegó De Vries…

Y al fin llegó De Vries…

El piloto neerlandés debutó oficialmente como titular en Williams. Reemplazó a último momento a Albon que fue sometido a una operación de apendicitis. En su primera Qualy pasó a Q2 y fue más veloz que Latifi.

 

“Estaba tomando un café en el Paddock Club para una aparición, y estaba tranquilo temprano en la mañana”. Esa escena no la olvidará más Nyck de Vries, el joven piloto se encontraba degustando un capuchino mientras observaba el podio de la F3. En ese instante lo llamaron urgente del box de Mercedes y le notificaron que debía ir al garage de Williams: Alex Albon fue hospitalizado por un cuadro de apendicitis y debía sustituirlo el resto del fin de semana.

 

Falta menos de una hora y media para la última práctica en Monza. Había que adaptar la butaca del FW44 del tailandés, cambiar la numeración del coche -reemplazar el 23 por el 45- y recibir las instrucciones del equipo antes del tercer libre. “Todo esto sucedió una hora y media antes de la FP3, por lo que no hubo mucho tiempo para entenderlo rápidamente”, comentó el neerlandés a la revista británica Autosport.

 

Primeros giros de De Vries con el FW44. (Glenn Dunbar)
Primeros giros de De Vries con el FW44. (Glenn Dunbar)

 

Finalmente, el piloto de reserva de Mercedes, ex campeón de Fórmula E y eterno candidato a correr en la categoría; debutó como piloto titular -aunque sea como suplente-.   “Pasas tanto tiempo viajando y nunca sucede del todo, por lo que casi pierdes la idea de esperar que realmente pueda suceder. Y esto obviamente no fue ni siquiera antes del viernes, sino muy tarde un sábado, por lo que fue en el último minuto”, reflexionó una vez terminada su ajetreada e insólita jornada.

 

“Solo tenés dos carreras en la FP3, porque hay dos juegos de neumáticos y no hacés carreras largas. Así que no hay tiempo para entrar lentamente. Tenés que esforzarte. [Tuve que] Aprender rápidamente para prepararme para la clasificación, y creo que hicimos un buen trabajo en eso”, comentó sobre su curso acelerado de piloto de Fórmula Uno. No había tiempo para aclarar dudas. Debía preparase, como sea, para su mayor reto: la Qualy.

 

De Vries sorprendió. En su primera experiencia en clasificación superó el primer corte desplazando a su compañero, Nicholas Latifi, por apenas 0.020s. Sin embargo, en el stint final del segundo corte, un exceso en la tracción trasera lo sacó de pista. Si bien pudo regresar no le alcanzó el tiempo y quedó eliminado de Q2. “Pulsé un interruptor de equilibrio de frenos que movió el equilibrio un porcentaje hacia atrás. Es por eso que se fue el auto de atrás al ingresar en la curva 4 y perdí mi vuelta”, explicó.

 

El error no opaca su debut. No debería hacerlo. El propio piloto, lejos de toda soberbia, reconoció la importancia de su labor: “En última instancia, llegar a la Q2 y estar en el pelotón fue un trabajo decente en tan poco tiempo”.

 

El número de De Vries que reemplazará este fin de semana al 23 de Albon. (Mark Sutton)
El número de De Vries que reemplazará este fin de semana al 23 de Albon. (Mark Sutton)

 

Como broche de oro, las múltiples penalizaciones ayudaron a De Vries en la grilla de partida. Largará desde el octavo lugar. Ahora tendrá una motivación extra para preparar su debut en un Gran Premio. “Quiero asegurarme que hagamos nuestra tarea esta noche y nos preparemos y, con suerte, podamos construir nuestra carrera. Tener un buen comienzo, tener buenas primeras vueltas y luego entrar, encontrar un poco de ritmo”, cerró el neerlandés.

 

La confianza brota. De hacer un buen papel, con el humilde Williams FW44, podría ser la llave que le abra definitivamente las puertas de la Fórmula Uno. Lo merece. Es más, llegado ese momento, se repetirá la misma frase que muchos dijimos esta mañana: “¡Al fin llegó De Vries!”.