Los promotores del Gran Premio de los Países Bajos renovaron solo por un año el contrato que vencía en 2025. Un impuesto que aplica el municipio local es el motivo de la salida.
Profunda tristeza causó entre los aficionados el anuncio que el Gran Premio de los Países Bajos no continuará a partir de 2027. La noticia se conoció en la mañana de este miércoles cuando la Fórmula Uno confirmó, tras la extensión del contrato que vencía el año próximo, que “el promotor ha tomado la decisión de no permanecer en el calendario después de 2026”.
La salida de Zandvoort fue adelantada por el periódico holandés De Telegraf. Horas antes del anuncio, publicó un artículo detallando que los organizadores de la carrera y Formaula One Managment (FOM) acordaron la renovación por un año y dar por finalizado el evento. “Todas las partes colaboraron positivamente para encontrar una solución para extender la carrera, con muchas opciones, incluida la alternancia o eventos anuales sobre la mesa, y respetamos la decisión del promotor de finalizar su increíble recorrido en 2026”, expresó Stefano Domenicali, presidente y director ejectivo de F1.
Los Países Bajos regresó a la Máxima Categoría en 2021. Habían pasado 36 años desde que Niki Lauda se convirtió en el último ganador en Zandvoort. Entre 1952 y 1985, con algunas interrupciones, el trazado contiguo a las playas del Mar del Norte albergó la carrera que se transformó en uno de los clásicos del calendario europeo.
En 2019 se concretó el retorno para la temporada siguiente, pero se postergó hasta 2021 por la pandemia de Covid. La espera valió la pena para los aficionados holandeses. Coincidió con el esplendor de Max Verstappen, transformándose las gradas en una marea naranja, que se extendió a otros escenarios como el Red Bull Ring de Austria y Spa-Francorchamps –circuitos próximos a los Países Bajos–.
La particularidad de esta carrera es que no cuenta con financiamiento gubernamental, el único caso entre las 24 plazas que integran el campeonato mundial. A diferencia de otros Grandes Premios, que buscan apoyo o rescate de los gobiernos municipales o nacionales, Zandvoort se financia en su totalidad con inversión privada.
Llamó la atención cuando la FOM remarcó que los promotores tomaron la decisión “tras mucha reflexión y debate”. Robert van Overdijk, director del Gran Premio de los Países Bajos, dio algunas precisiones: “somos una empresa de propiedad y gestión privada y debemos equilibrar las oportunidades que presenta seguir organizando el evento frente a otros riesgos y responsabilidades”. Al leerse entre líneas se podría dilucidar el verdadero motivo que empujó la retirada: el impositivo.
El año pasado, reveló De Telegraf, el municipio de Zandvoort aprobó un gravamen de 3 euros por cada boleto vendido en espectáculos y eventos. El “impuesto popular sobre la diversión” –como lo calificó el periódico– provocó el enojo de los promotores. Recordaron a las autoridades que la carrera genera una enorme fuente de ingresos para la ciudad, además de una publicidad en el exterior que “ninguna agencia de marketing puede competir con eso”.
La posibilidad de que la fecha empiece a dar pérdidas por el IVA municipal puso en alerta a la organización. Había tres caminos: arriesgarse a números rojos después de 2026, pedir ayuda al gobierno local dejando de lado su política de solo inversión privada, o salir decorosamente de la F1. Se eligió el caminó de la cordura; decisión que el periodista Erik van Haren, en su columna de opinión en De Telegraf, aplaudió por “valiente y sensata”.